El modelo Schrodinger del átomo

Niels Bohr estipulaba que los electrones rodearon el núcleo en orbitales fijos, dando paso a la percepción común de que los electrones han establecido caminos orbitales, parecidos casi como la luna orbitando la Tierra. Después del descubrimiento de la dualidad de ondas de partículas, muchos científicos buscaron determinar cómo se comportaron exactamente los electrones alrededor del núcleo y cómo describir con precisión ese comportamiento con las matemáticas. El físico teórico austriaco Erwin Schrödinger tuvo un gran avance, describiendo electrones en términos de olas que rodeaban el núcleo. Los electrones tienen niveles de energía que se extienden uniformemente en una ‘nube’ esférica, en el que se colocan el gran porcentaje de los átomos de los electrones. Una vez que uno comienza a pensar en términos de escamas tan pequeñas, como la de un tamaño de electrones, entra en juego el principio de incertidumbre de Heisenberg. Afirma que cuanto más intente identificar la posición de un cuerpo, menor será su precisión al medir su impulso en ese momento, y viceversa. Schrödinger supo que la posición de un electrón nunca podría medirse con precisión, ya que este acto afectaría el impulso del electrón, lo que le haría ofrecer un enfoque más probabilístico de dónde estaban las posiciones de los electrones. Fue nombrado la nube de electrones porque era donde Schrödinger calculó que había una abrumadora mayoría de los electrones del átomo ubicados dentro de su espacio.

Mecánica de onda y la ecuación de Schrödinger < < Br> erwin Schrödinger sabía que la idea de que los electrones se comportan como las formas de onda harían necesario formular ideas que combinen las ideas de los niveles de energía de los electrones y la mecánica de las ondas. A partir de este descubrimiento, Schrödinger teorizó que los orbitales de electrones existen solo en ciertos tamaños, en el que un número integral de longitudes de onda puede ocupar esa órbita, lo que resulta en una onda estacionaria donde la ola continúa repitiéndose a medida que dan vuelta y luego cae sobre sí misma. Si el electrón gana un poco de energía, la longitud de onda termina disminuyendo, lo que hace evidente que se debe ganar o perder una cantidad precisa de energía para que haya una longitud de onda de número integral dentro de la órbita. Schrödinger descubrió que había un punto en el que se pierde tanta energía, en el que la longitud de onda aumenta al extremo donde solo una sola longitud de onda puede caber en la órbita, y esto se llama estado fundamental. La energía que mantiene las ondas estacionarias a través de la emisión o la absorción se conoce como cuantas, dando paso a la acuñación del ahora gigantesco y temeroso título de mecánica cuántica. En 1926, Schrödinger formuló una ecuación para describir cómo el estado cuántico de un sistema físico cambia a través del tiempo, llamándolo la ecuación de Schrödinger, y convirtiéndola en la base de la mecánica de onda.

READ  Acústica de un antiguo anfiteatro griego

referencia: