El aeneid consta de doce libros. En el primer libro, Virgil nos dice que Eneas lideraba una flota de barcos a Italia para encontrar un nuevo hogar para los troyanos después de la caída de Troya. Juno odiaba a los troyanos, por lo que persuadió a Aeolo para que liberara los vientos que le confiaron. Los barcos troyanos fueron maltratados por la tormenta resultante y llegaron a la costa de África para reparar los daños. Aquí fueron recibidos de manera hospitalaria por Dido, la reina de Cartago.
Asistió a una fiesta en el palacio de Dido. A pedido de la reina, le contó a los invitados reunidos sobre los sufrimientos que él y sus hombres habían experimentado antes de llegar a África. El segundo y el tercer libro de la Aeneid están dedicados a esta narrativa. El segundo libro relaciona las experiencias de Eneas durante la destrucción de su patria troyana. El tercer libro muestra lo que sucedió después de que Aeas y sus seguidores habían perdido su hogar.
En dos artículos separados, presenté resúmenes de los dos primeros libros. En este artículo, resumiré el tercer libro.
Después de tomar augurios, los troyanos se dieron cuenta de que los dioses querían que abandonara Asia y establecieran un hogar en otro lugar. Entonces construyeron una flota y navegaron hacia la costa de Tracia cercana. Entre los exiliados estaban Anchises y Ascanius, el Padre e Hijo de Eneas, respectivamente.
Los dioses aún no habían dicho a los troyanos dónde se suponía que debían establecerse. Eneas pensó que Tracia podría ser un lugar adecuado, ya que el rey local había sido amigo de los troyanos. Planeaba construir una ciudad llamada Aeneade.
Tal empresa requirió sacrificios, por lo que Eneas tuvo que construir altares. Para cubrir estos altares, fue a un montículo cercano en el que creció un “matorral de árboles de la cornela y mirto con densas lanzas” creció. (Todas las traducciones del latín son mías).
Sin embargo, cuando rompió un joven disparo, ocurrió un portente horrible. La sangre negra fluía del lugar donde el árbol se rompió de su raíz, y subió el suelo. Rompió una segunda sesión con el mismo resultado. Cuando estaba a punto de romper un tercer disparo, un gemido y una voz lo sobresaltaron. Polydorus, un hijo de Priam, fue enterrado en el montículo. Se quejó de que Eneas lo estaba dañando al romper los brotes. La sangre no venía del árbol. Era la sangre del Póldoro la que fluía.
Por supuesto, Eneas sabía quién era Polydorus. Cuando los griegos asediaron a Troy, Priam había enviado a Póldoro a Tracia, pensando que su amistoso rey lo mantendría a salvo. Sin embargo, cuando la fortuna de la guerra se volvió contra Troy, el rey tracio cambió de lados y se apropió del oro que Póldoro había traído de Troy. El propio Polydorus fue perforado con una gran cantidad de lanzas. Fue por esta razón que las plantas de lanza crecieron desde el montículo en el que fue enterrado.
Este portent hizo que pareciera que Tracia no era un lugar tan bueno para construir una ciudad. De hecho, Póldoro aconsejó a Eneas que huyera de estas tierras crueles y codiciosas. Entonces consultó con su padre Anchises y con otros líderes. Acordaron por unanimidad que deberían abandonar la tierra malvada. Entonces realizaron ritos funerarios para Polydorus y navegaron.
Se dirigieron a Delos. En tiempos pasados, esta isla había flotado libremente, pero Apolo lo ató firmemente a las islas de MyConos y Gyaros. Después de eso, permaneció inmóvil. Anius, quien era el rey y un sacerdote de Apolo, corrió para encontrarse con ellos. Reconoció a su amigo Anchises y dio la bienvenida a los líderes de los troyanos a su casa.
Eneas todavía no sabía dónde se suponía que los troyanos debían establecerse, por lo que fue al santuario para consultar a Apolo. El Dios le dijo que los troyanos deberían regresar a la tierra donde nació su raza. Hay Eneas y sus descendientes ejercerían hegemonía.
Los troyanos recibieron este oráculo con una mezcla de alegría y confusión. No entendieron su significado.
Anchises sugirió que Apolo los estaba enviando a la isla de Creta. Consideró a Creta la cuna de la raza troyana, ya que Teucer, un destacado antepasado de los troyanos, había vivido en Creta antes de navegar hacia la región donde más tarde fue construido. Los troyanos también fueron alentados por el hecho de que su enemigo Idomeneus había sido desterrado de Creta.
Entonces los troyanos navegaron a Creta y comenzaron a construir una ciudad. Ya estaban ocupados con arado y otras actividades cuando de repente una plaga devastó el asentamiento. Muchos troyanos murieron, mientras que otros se enfermaron seriamente. Además, hubo una sequía y una falla de cultivo resultante, por lo que los colonos no tenían mucho para comer.
Los troyanos comenzaron a sospechar que se habían establecido en el lugar equivocado. Anchises sugirió que regresen a Delos y consulten el Oráculo de Apolo una vez más. Sin embargo, no tuvieron que viajar a Delos porque Virgil recibió la información necesaria en un sueño, o más exactamente, en una visión nocturna.
Los dioses domésticos de Troya aparecieron a las aeas. Eran los mensajeros de Apolo. Le dijeron a Eneas que se suponía que los troyanos no debían establecerse en Creta. Su hogar destinado era una tierra que los griegos llamaban a Hesperia y sus habitantes de Oenotrian llamados Italia. IASIUS y Dardanus, dos antepasados de la raza troyano, originalmente vinieron de allí.
Cuando Eneas le contó a su padre sobre su visión, Anchises se dio cuenta de que se había equivocado. Se había centrado en el antepasado de Troya equivocado. Ahora recordaba que mientras Troy todavía estaba parado, Cassandra a menudo había mencionado a Italia en sus profecías, pero nadie le creyó en ese momento.
La mayoría de los troyanos atendieron a esta profecía y se alejó de Creta. Cuando llegaron al mar abierto, surgió una tormenta, y durante tres días estuvo tan oscuro que incluso Palinurus, el piloto de Eneas, no podía decir dónde estaban.
en el cuarto día, los troyanos vieron tierra. Resultó ser las Strophades, islas al oeste del Peloponeso griego en el Mar Iónico. Celaeno y otras arpías vivían en estas islas. Tenían las cabezas de las doncellas, pero de lo contrario eran pájaros sucios con garras. Habían venido a las Strophades después de que los Argonautas las habían expulsado de la casa de Phineus.
Cuando los troyanos aterrizaron, vieron muchas cabras y vacas. Nadie estaba protegiendo a las vacas, por lo que prepararon una fiesta. Sin embargo, las arpías vinieron y estropearon su comida. Se apoderaron de la comida y fallaron el resto.
Los troyanos prepararon otra fiesta, esta vez en un lugar más protegido. Sin embargo, los arpías contaminaron la comida por segunda vez.
Eneas decidió luchar contra las arpías. Los troyanos escondieron sus espadas y escudos, planeando sorprender a las arpías cuando se acercaron. Para atraer a las arpías, prepararon una tercera fiesta.
Sin embargo, la emboscada bien planificada falló. Las alas y la espalda de las arpías eran invulnerables. Las espadas troyanas no penetraron en los cuerpos de las arpías, sin importar cuán poderosamente se entregaran los golpes. Después de que las arpías estropearon la comida, volaron.
Celaeno voló a un acantilado extremadamente alto y regañó a los troyanos por librar la guerra contra las inofensivas arpías e intentar expulsarlos de su reino paternal. Luego pronunció una profecía que Júpiter le había revelado a Apolo y Apolo le había revelado. Ella reconoció que los troyanos llegarían a Italia. Sin embargo, debido a su asalto a las arpías, sufrirían un hambre tan extrema que comerían sus mesas.
Los troyanos decidieron abandonar las strófadas. Navegaron hacia el norte más allá de Zacynthus, Dulichium y lo mismo (ahora conocido como Kefallinia). Se apresuraron más allá de Ithaca, ya que fue la tierra la que alimentó a los odiados Ulises. Después de detenerse en Actium, navegaron a lo largo de la costa de Epirus y entraron en el puerto de Chaonia, cerca de la ciudad de Buthrotum.
para sorpresa de los troyanos, Heleno, hijo de Priam, gobernó el campo. Se produjo de la siguiente manera. Pyrrhus, el hijo de Aquiles, se había casado con Andromache, la viuda del troyano Héctor. La llevó a Epirus, donde reinó como rey. Más tarde, Pyrrhus quería casarse con Hermione, la hija de Leda. Entonces le dio a Andromache a Heleno, que era esclavo en ese momento. Sin embargo, Orestes mató a Pyrhus, y Heleno posteriormente gobernó sobre parte del reino de Pyrrhus. Helenus decidió llamar a su reino Chaonia.
Eneas dejó su flota y caminó hacia la ciudad, acompañada por algunos de sus seguidores. Él vio a Andromache en un bosque fuera de la ciudad. Estaba realizando algunos ritos en un montículo funerario que había erigido en honor a Héctor.
Cuando Andrómache vio a Eneas, se preguntó si él estaba o no vivo. Si él vino de la tierra de los muertos, ella se preguntó si podía darle alguna noticia sobre Héctor.
Eneas le aseguró que era una persona viva. Andrómache luego le contó todo lo que había experimentado desde el momento en que fue sacada de su patria.
Mientras hablaban, Heleno salió de la ciudad con algunos compañeros. Reconoció a los troyanos y los recibió alegremente en su residencia. Heleno había construido la ciudad capital en la que residía. Eneas señaló que se parecía a Troy, excepto que era más pequeño.
Eneas y otros troyanos disfrutaron de la hospitalidad de Heleno durante unos días. Antes de que los troyanos navegaran hacia adelante, Heleno, que era un profeta y un rey, le dio a Eneas algunos consejos útiles sobre cómo llegar a su destino de manera segura. Le dijo a Aeas que tendría que viajar más lejos de lo que pensaba. Se suponía que no debía establecerse en el lado este cercano de Italia, pero tuvo que navegar hacia el otro lado antes de poder desembarcar y encontrar su ciudad.
Helenus luego le dio a Eneas una señal. Cuando vio una siembra con una camada de treinta cerdos recién nacidos que se encuentran debajo de un roble de Holm al lado de un río, debería construir su ciudad en ese lugar. Tanto la cerda como los treinta cerdos serían blancos.
Heleno advirtió a Eneas que huyera de la costa este de Italia, ya que los enemigos griegos vivían allí. Los troyanos tuvieron que detenerse brevemente en la costa este para obtener ritos religiosos. Helenus les aconsejó que se cubrieran el cabello con una cubierta morada durante su adoración. Esto desalentaría las interrupciones hostiles. Heleno sugirió que los descendientes de los troyanos adoptan esto como una costumbre regular.
Además, cuando llegaron a Sicilia, no deberían pasar por el peligroso estrecho entre Italia y Sicilia, porque Scylla y Charybdis plantearon una amenaza a cualquier barco que intentara pasar por este estrecho. En cambio, deben navegar alrededor de la isla de Sicilia. Charybdis era un hidromasaje formidable, y Scylla era una criatura mortal que sacó la cabeza de una cueva en el lado derecho del estrecho y arrastró los barcos hacia rocas peligrosas con su boca.
consideró especialmente importante que Eneas gana el favor de Juno. Aconsejó a Eneas que la honrara con oraciones, votos y regalos.
Finalmente, Heleno le aconsejó a Eneas que se detuviera en Cumae para ver a una profetisa que podría darle información importante. Le dijo a Eneas que esperara pacientemente, a pesar de que transcurrió un tiempo considerable antes de recibir la información deseada.
Después de ofrecer este consejo profético, Heleno le dio a los troyanos algunos regalos costosos, y Andromache le dio ropa fina a Ascanio. Después de que los anfitriones y sus invitados hablaron algunas palabras de despedida entre sí, los troyanos se alejaron.
Por la noche, los troyanos descansaron en la orilla cerca de las colinas de Ceraunia en Epirus. La noche todavía era joven cuando surgieron vientos favorables. Los troyanos abordaron sus barcos y navegaron hacia Italia. Llegaron a Italia al amanecer. Achates fue el primero en anunciar que Italia estaba a la vista.
Los troyanos notaron un templo de Minerva cerca de un buen puerto. Entonces llegaron a tierra para realizar los ritos religiosos requeridos. Como Heleno había aconsejado, se cubrieron la cabeza mientras realizaban estos ritos, y pagaron un honor especial a Juno. Luego se alejaron de la costa este de Italia. Después de pasar Tarentum y otros lugares, pudieron ver el Monte Etna en la distancia.
se estaban acercando incómodamente a Charybdis. Palinurus dirigió el barco a la izquierda, y los troyanos remaron vigorosamente. Tenían una experiencia desgarradora. Debido a la acción de Charybdis, se levantaron y se hundieron bajo tres veces. Luego se estableció la noche, y los troyanos cansados llegaron a la tierra de los Cyclops, no muy lejos del monte Etna en la isla de Sicilia.
El Monte Etna no se comportó esa noche, y Virgil describe gráficamente su volcánica volcánica acción. “De vez en cuando arroja una nube negra hacia la parte superior del aire: un torbellino de tono fumador y cenizas altas. . Desde las profundidades más bajas, la roca fundida se hierve y se reúne ruidosamente en el mundo de arriba “.
Virgil y luego explica que se supone que Encelado está enterrado bajo el Monte Etna. Se supone que la acción volcánica de la montaña es el resultado de movimientos inquietos de su cuerpo parcialmente quemado.
Los troyanos pasaron esta noche oscura y ruidosa en un bosque protegiendo. Cuando amaneció el día, el cielo se hizo claro.
Un suplicante griego demacrado se acercó a los troyanos. Había sido un compañero de Ulises. El nombre del suplicante era Achaeménides. Admitió que había sido un compañero de Ulises y había participado en el asedio de Troy. Se dio cuenta de que los troyanos podrían querer matarlo, pero prefería morir con manos humanas en lugar de caer rezadas a los monstruos que habitaron la tierra.
Aquaeménides explicó que Polyphemus, un cicloque de un solo ojo, había tenido, había Atrapó a Ulises y sus compañeros en su guarida. El gigante había comido algunos de ellos, pero los griegos cautivos lograron cegar el polifemo. Los griegos escaparon, pero el suplicante se había quedado atrás. Habían transcurrido unos tres meses desde que sus compañeros se habían ido. Desde entonces, se había estado escondiendo de Polifemus y sus compañeros cíclopos.
Achaeménides instó a los troyanos a huir, ya que había muchos ciclopes monstruosos en el área. En ese momento, el polifemo ciego surgió a la vista. Llevaba sus rebaños al mar.
llevando aqueménides con ellos, los troyanos rápidamente se alejaron. Polifemo los escuchó mientras remaban, pero lograron escapar sin lesiones.
Los troyanos recordaron el consejo de Heleno. En lugar de pasar por el estrecho entre Italia y Sicilia, se dirigieron hacia el sur para circunnavegar a Sicilia. Mientras navegaban por la isla, no sufrieron desgracias hasta que se detuvieron en Drepanum. Aquí se murió Anchises.
Como escucharon los cartagineses de hechizos, Aeneas concluyó su narración al explicar que después de salir del puerto de Drepanum, una tormenta voló sus barcos a la costa de África.
referencias :
La biblioteca latina: P. Vergilius Maro (70-19 a.C.)
http://www.thelatinlibrary.com/verg.html
” La Eneida de Virgil “; Traducido por Allen Mandelbaum
