Dermatitis e infecciones fúngicas del oído exterior

Las infecciones del oído son una causa principal de complicaciones de salud entre los niños menores de diez años. Para muchos, la complicación implica un drenaje de líquido adecuado y la presión del oído en el oído interno. Para algunos niños, sin embargo, la complicación puede estar asociada con una infección del oído externo, ya sea hongal o bacteriano.

Las infecciones bacterianas y fúngicas del oído externo afectan más comúnmente a los niños en el rango de edad de siete a 12 años. Si bien antes de esta edad, su hijo experimentó infecciones en el oído interno, las complicaciones con la infección del oído exterior aparecen en la infancia tardía.

Si vive en un área del país que experimenta temperaturas más cálidas para la mayor parte de la mayor parte de año, y tiene una alta humedad, su hijo puede tener un mayor riesgo. Más comúnmente, los niños de siete a 12 años, que viven en la región de la costa del Golfo, incluidos Texas, Mississippi y Louisiana, corren el mayor riesgo de infecciones de los oídos externos. El pediatra necesitará, primero, eliminar cualquier obstrucción en el oído externo, como cera o cerumen del oído. Una vez que se descarta la implicación de una infección del oído interno, la infección del oído exterior se trata con gotas de oído antimicrobianos, antibióticos orales y analgésicos de venta libre para el dolor. Este tratamiento es muy similar al de las infecciones del oído interno.

La dermatitis dentro y alrededor del oído puede ser el culpable detrás de las complicaciones de la infección del oído exterior de su hijo. El uso de aretes de metal, el uso de audífonos, algunos tipos de champús y jabones, e incluso complicaciones generales, incluida la psoriasis, puede conducir a una infección crónica del oído externo. Con las gotas de los oídos antimicrobianos, la eliminación del artículo o la condición que puede estar provocando la complicación y evitando el uso de hisopos de algodón, son todas formas para prevenir infecciones recurrentes.

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en casos muy raros, las complicaciones de la infección externa del oído puede conducir a la necrotización del tejido y al riesgo de desarrollar malignidad. Cualquier evidencia de tejido anormal, hinchazón, edema o dolor o enrojecimiento severo debe evaluarse de inmediato, especialmente si las complicaciones del oído no están mejorando con el tratamiento.

Si bien no todas las infecciones del oído pueden prevenirse, hay muchos pasos. Los padres pueden tomar para garantizar que su hijo sufra un riesgo disminuido por esta complicación de salud. Mantener las orejas secas, limpias y libres de productos químicos anormales es importante. Mantenga los hisopos de algodón fuera del alcance de los niños y siempre busque atención médica cuando haya alguna indicación de dolor o hinchazón dentro y alrededor del oído. Incluso cuando los trastornos de la piel son preocupantes, especialmente aquellos en el cuello y la cara, pídale a su médico que aborde el riesgo de complicaciones del oído exterior como una forma de prevenir una infección secundaria adicional.