¿Cuáles son los síntomas del pensamiento grupal?

El pensamiento grupal puede ser debilitante y destructivo para una organización, y reconocer los síntomas del pensamiento grupal puede ayudarlo a prevenirlo en su empresa antes de que se convierta en un problema grave. El pensamiento grupal se puede definir como una condición en la que un deseo de alcanzar un consenso mutuo evita que los miembros del grupo evalúen adecuadamente las alternativas y consideren las nuevas. Mantenerse consciente de una serie de indicadores clave de que esta mentalidad está presente puede ayudar a los gerentes a combatir sus efectos.

Uno de los síntomas más destacados de pensamiento grupal es la creencia irracional de que el grupo no puede fallar. Un grado de confianza entre un grupo que toma decisiones difíciles es importante, pero cuando esa confianza se sobrefinea e infunda, el grupo puede apresurarse a las opciones para las que no están preparados. Este problema a menudo se puede ver en las interacciones de los miembros del grupo. Tenga en cuenta cómo las personas se están construyendo. Las reuniones de negocios no deben parecer un vestuario previo al juego donde la exageración y la emoción anulan la racionalidad y la sensación. Si comienza a presenciar a los miembros del grupo que tienen demasiado confianza o se niegan a reconocer la posibilidad de falla, abordar el problema tanto a nivel individual como en todo el grupo.

Un segundo síntoma de pensamiento grupal es la autocensura. Este puede ser un indicador difícil de identificar, porque tienes que prestar atención a lo que las personas no dicen, no lo que dicen. Mira cómo progresan las reuniones. Si un cierto individuo comienza una discusión con una opinión disidente y gradualmente se vuelve cada vez menos vocal al respecto sin explicar su cambio en el pensamiento, puede ser testigo de la autocensura. La censura ocurre porque los individuos desean ser aceptados por el grupo. Con frecuencia, esto da como resultado el miembro más destacado o popular del equipo siempre dominando la conversación, ya que otros no quieren ser visto como oponerse.

El rechazo de fuentes externas es otro síntoma peligroso de pensamiento grupal. A menudo, el aumento de la cohesión dentro del grupo se produce a expensas de la retirada de los que están fuera de él. Esta condición solo multiplica la mentalidad estrecha y la falta de perspectiva que es característica de quienes sufren de pensamiento grupal. Como gerente, puede ser una de estas fuentes externas que se descartan al presentar información contradictoria con lo que el grupo cree. Es importante, en estas situaciones, afirmar su superioridad y hacer que el grupo reconozca que su perspectiva no es la única opinión que debe considerarse.

READ  Exenciones de impuestos a la propiedad en Oregon

Un síntoma final de pensamiento grupal es una sofocante del proceso creativo. Si las personas dentro de su organización generalmente aceptan actividades creativas como la lluvia de ideas y el mapeo mental y usted comienza a notar un cambio de estos procesos a esfuerzos más autoritarios y restringidos, la dinámica grupal puede estar instigando el pensamiento grupal. Es muy probable que esto sea causado por el hecho de que las personas sienten que las ideas que generan durante las sesiones de lluvia de ideas no serán aceptadas por el grupo y obstaculizarán su favor entre otros miembros del grupo. Participar en procesos como “iluminación verde”, donde no se permiten vistas negativas de nuevas ideas, puede combatir estas tendencias.

El pensamiento de grupo tiene el poder de no solo limitar el potencial creativo de una organización, sino que lo dirija a cursos de acción peligrosos y costosos. Reconocer estos síntomas del pensamiento grupal es un primer paso importante para manejar y contrarrestar sus efectos peligrosos.