Causas de enfermedad hepática en perros

Los signos de enfermedad hepática en perros no siempre son específicos al principio. Los síntomas tempranos incluyen pérdida de apetito, pérdida de peso, vómitos y diarrea. El vómito es el más común. Beber agua excesiva y orinar con frecuencia puede ser las primeras señales que se manifiestan.

El hígado del perro se hincha en las primeras etapas de la enfermedad hepática. Con el tiempo, se establece la cirrosis, causando que las células del hígado mueran mientras dejan atrás el tejido cicatricial. El tejido cicatricial hace que el hígado se vuelva gomoso y firme. Aunque la cirrosis no es reversible, es posible que el hígado de un perro se cure hasta el punto de la función hepática normal antes de que la enfermedad se vuelva terminal. La recuperación depende de la detección temprana y el descubrimiento de la causa subyacente de la enfermedad hepática.

Causas de la enfermedad hepática en perros
Enfermedades, productos químicos, medicamentos y toxinas pueden causar enfermedad hepática en los perros. La hepatitis canina infecciosa, la leptospirosis y los gusanos del corazón afectan directamente el hígado. Enfermedades como el síndrome de Cushing y la diabetes mellitus pueden conducir a la enfermedad hepática. Los tumores primarios y los tumores metastásicos son dos causas principales de insuficiencia hepática en perros.

Los productos químicos que causan daño hepático incluyen tetracloruro de carbono, insecticidas, fósforo, selenio, arsénico, hierro y niveles tóxicos de plomo. Los medicamentos administrados en exceso o durante un período de tiempo prolongado pueden causar enfermedad hepática. Los medicamentos que pueden dañar el hígado son gases anestésicos, antibióticos, antifúngicos, desparasiti, diuréticos, analgésicos anticonvulsivos, preparaciones de testosterona y corticosteroides.

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Ciertas plantas y hierbas como ragwort, algas de color verde azul Contaminado con el molde La aflatoxina puede causar insuficiencia hepática en perros.

Un conducto biliar bloqueado es raro, pero debe considerarse cuando un perro desarrolla ictericia inexplicada. Los cálculos biliares, los hígado de los tumores, los tumores o la pancreatitis pueden bloquear los conductos biliares y causar enfermedad hepática.

Tratamientos
Los análisis de sangre, la ecografía y las tomografías computarizadas ayudan a diagnosticar la causa de la enfermedad hepática en los perros, pero solo biopsying El hígado es definitivo. La recuperación depende de cuánto tiempo el perro no haya sido tratado y la causa y el alcance de la enfermedad hepática. Esto determinará si la enfermedad puede tratarse quirúrgicamente o controlarse con medicamentos.

Cuando las enfermedades infecciosas causan enfermedad hepática en los perros, es mejor tratar la afección subyacente. Los problemas hepáticos causados ​​por drogas o venenos generalmente tienen efectos temporales que se reverten después de que termina la exposición. Las obstrucciones de los conductos biliares y los tumores primarios pueden requerir cirugía.

El control y la prevención de las complicaciones de la enfermedad hepática, particularmente la encefalopatía y el sangrado hepático, es imperativo. Esto puede exigir una dieta especial baja en proteínas, disminuyendo los niveles de amoníaco en sangre, evitando situaciones que potencialmente causan convulsiones, monitoreando los factores de coagulación de la sangre, corrigen anormalidades de electrolitos y evitan las úlceras estomacales y duodenales. Los suplementos naturales como Sam-E y Milk Thistle se usan con frecuencia para reparar y mantener la función hepática en los perros.