Bipolar vs esquizofrenia: síntomas, causas y tratamiento

Recientemente, he estado estudiando los síntomas del trastorno bipolar y la esquizofrenia. Me ha llamado la atención que ambas enfermedades comparten similitudes. Como ex alumno de las ciencias sociales, me interesé mucho en estas impedimentos mentales y decidí realizar más investigaciones. Los siguientes son mis hallazgos.

Síntomas principales:

El trastorno bipolar, anteriormente llamado trastorno “maníaco/depresivo”, es una enfermedad mental grave caracterizada por cambios extremos en el estado de ánimo de una persona y, en última instancia, su comportamiento. El término bipolar se refiere a los dos polos o reacciones opuestas que exhibe una persona que sufre con esta enfermedad. Un minuto, el estado de ánimo de una persona puede ser muy exuberante o extremadamente feliz y al siguiente su estado de ánimo podría cambiar a extremadamente apático o deprimido. En el estado maníaco, la persona puede experimentar una autoestima inflada, energía ilimitada e inquietud, y puede exhibir una actitud de riesgo (como tomar decisiones imprudentes, gastar demasiado dinero y hacer empresas de negocios tontos). En el estado deprimido, la persona puede experimentar ansiedad o nerviosismo, problemas para dormir, retirada social, pérdida de interés en las actividades diarias y sentimientos de inutilidad. Una persona deprimida también puede sentirse culpable excesiva y tener pensamientos suicidas. La depresión generalmente dura hasta dos semanas, pero puede durar más dependiendo del individuo.

La esquizofrenia también es una enfermedad mental grave, que afecta a aproximadamente el uno por ciento de la población mundial. Alrededor de 2.5 millones de personas en los Estados Unidos son esquizofrénicas. Hay cinco tipos principales de esquizofrenia: paranoico; desestructurado; catatónico; residual; y esquizoafectivo. Un esquizofrénico paranoico experimenta una naturaleza sospechosa y un miedo excesivo de ser observado o perseguido por otros. Una persona con esquizofrenia desorganizada puede tener problemas para comunicarse con otros porque está confundido. En el estado catatónico, una persona experimenta retirada social. La esquizofrenia residual implica la pérdida de interés en las actividades diarias. Y finalmente, el trastorno esquizoafectivo implica una combinación de los síntomas antes mencionados más depresión o apatía extrema. Contrariamente a la creencia popular, una persona diagnosticada con esta enfermedad no sufre de una personalidad dividida o múltiple. En cambio, los cambios ocurren dentro de la misma personalidad.

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Causas:

No se conocen las causas exactas del trastorno bipolar y la esquizofrenia, sin embargo, la mayoría de los profesionales han descartado la mala crianza o los antecedentes infantiles como Factores influyentes. En cambio, muchos científicos creen que la herencia y los genes juegan un papel importante en ambas enfermedades. Una madre o un padre pueden transmitir un gen defectuoso a su hijo. Si el padre de un niño tiene un gen vinculado a cualquiera de los trastornos, es muy probable que el niño desarrolle el trastorno. La forma en que el cerebro de una persona responde a ciertos estímulos depende en gran medida de los genes de esa persona. Los neurotransmisores, la serotonina y la dopamina son los productos químicos involucrados en la esquizofrenia. Estos productos químicos transmiten mensajes entre las células nerviosas del cerebro que finalmente afectan la forma en que la persona responde a sus influencias ambientales. Se cree que los desequilibrios químicos en el cerebro de una persona causan los cambios de humor presentes en el trastorno bipolar. Las personas con trastorno bipolar o esquizofrenia responden de manera diferente a los estímulos sensoriales y externos que aquellos que no están afectados con estas dolencias mentales.

tratamiento:

Como con cualquier enfermedad, el primer paso hacia el tratamiento implica el tratamiento La propia admisión de la persona que tiene un problema. Una vez que hayan superado la vergüenza de ser etiquetados como “locos”, deben contactar a un profesional de la salud mental. Sería prudente hacer esto lo antes posible para que la persona afectada pueda continuar con su vida. La falta de tratamiento oportuno y adecuado puede conducir a una mala salud, problemas de relación, problemas de empleo y posiblemente suicidio.

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El tratamiento de estas psicosis incluye: medicamentos antipsicóticos prescritos por un psiquiatra u otro profesional de la salud mental; psicoterapia, que implica hablar y confiar en un especialista en salud mental; encontrar un grupo de apoyo como familiares y amigos o alguien que haya experimentado síntomas similares de la enfermedad; encontrar empleo remunerado; y reduciendo el estrés en la vida de la persona afectada. El tratamiento más importante de estas enfermedades implica la fe de la persona. Adorar a Dios con otros miembros de la iglesia amorosos y solidarios, tener fe en el poder curativo de Jesús y estar involucrado en las actividades de la iglesia, todo contribuye en gran medida a ayudar a las personas afectadas a recuperarse.

Comparaciones:

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< P> Las diferencias entre el trastorno bipolar y la esquizofrenia parecen ser mínimas. Mientras que algunos síntomas (por ejemplo, la autoestima inflada, la irracionalidad, el retiro social, el desaliento y la depresión) son compartidos por ambas enfermedades, existe una diferencia sutil. Un individuo afectado puede experimentar alucinaciones y delirios (síntomas comunes de esquizofrenia) sin la manía o la depresión asociada con el trastorno bipolar. Los profesionales de la salud mental y otros científicos todavía están debatiendo sobre estas enfermedades, ya que sus síntomas parecen superponerse.

Referencia:

  • Asociación de salud mental